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Un piercing de cualquier tipo puede ser un procedimiento rápido y sin complicaciones, pero eso no significa que deba ignorar los cuidados posteriores y el proceso de curación. Después de hacerse un piercing, lo normal es que aparezcan algunas costras alrededor de las joyas.
¿Por qué se forma esa costra y, sobre todo, hay que dejarla en el nuevo piercing?
¿Qué causa la costra después de un piercing?
Cuando te haces un piercing, especialmente en la oreja, la aguja crea una herida o «tubo» a través de la piel. Cuando se produce la herida por punción, se observa una secreción de fluidos que incluye sangre y un fluido amarillo espeso, (el fluido suele ser una mezcla de sebo de las glándulas sebáceas y glóbulos blancos).
Como no puede entrar aire en la herida de punción para secar los fluidos, éstos se filtrarán y se acumularán alrededor del pendiente. En cuanto el aire entra en contacto con el líquido, éste se seca y se forma una costra.
La formación de la corteza frente a la formación de la corteza
La costra que se produce después de un piercing es muy diferente de la que se produce después de una caída y un rasguño en la superficie de la piel. Si te cayeras y te rasparas la piel, se produciría una costra en forma de fuga de fluidos que se secaría y acabaría convirtiéndose en una costra.
Al igual que las costras en otras partes del cuerpo, la costra de un piercing sirve para proteger la nueva piel que se está formando debajo. La costra que se forma alrededor de un piercing es diferente porque impide que el aire llegue al tejido roto para secarlo y curarlo.
¿Debo dejar la costra en mi nuevo piercing?
Debido al tipo de herida punzante que es un piercing, es importante eliminar la costra que se desarrolla alrededor del pendiente o en la parte exterior del piercing. Esto se debe a que el aire debe entrar en el tejido perforado para que el piercing sane correctamente.
Sin embargo, no se puede hurgar en las costras y eliminarlas a mano. Hay que hacerlo de forma higiénica para evitar una infección. Sólo se producirá una infección si se rasca la costra con las manos sucias, ya que así es como las bacterias y los gérmenes entran en la herida abierta.
¿Cómo debo limpiar mis orejas recién perforadas?
La limpieza de las orejas recién perforadas es indolora y sin complicaciones. Pero como los piercings pueden ser tan sensibles, no seguir el protocolo adecuado puede provocar fácilmente una infección. Aquí tienes una guía rápida sobre cómo limpiar las costras de tu piercing.
Primer paso
No utilice nunca productos químicos agresivos, como alcohol, peróxido, jabón o cualquier otro producto con cloruro de benzalconio. Todo lo que necesitas es una solución salina al 0,09%.
El mejor producto de cuidado posterior que he utilizado personalmente es el After Inked Piercing Aftercare Spray. No sólo es vegano, sino que está completamente libre de alcohol y aditivos. Funciona bien en todo tipo de pieles, incluidas las sensibles, y se presenta en un generoso frasco con pulverizador para facilitar su aplicación. Cuando se utiliza desde el principio del proceso de curación, el spray ayuda a acortar el tiempo de curación y a eliminar cualquier dolor persistente.
Segundo paso
Aplique la solución salina directamente en su piercing. Se quiere rociar lo suficiente para que la corteza se humedezca y se desprenda. No conviene rociar demasiado la solución, ya que podría filtrarse en el agujero. Si esto ocurre, sólo estás exagerando el proceso de curación, porque el objetivo de quitar la costra es permitir que el aire llegue al tejido y lo seque.
Tercer paso
A medida que la solución se seca en su oreja, se aflojará y caerá por sí sola. No es necesario utilizar un bastoncillo de algodón o un hisopo para quitar la costra, ya que esto sólo irritará su oído. Si la suciedad no se desprende después de aflojarla, puede utilizar un bastoncillo o un hisopo de algodón para empujar suavemente la suciedad.
Cosas Cuatro
Siga este procedimiento de cuidado de su piercing al menos tres veces al día. Sea constante en la rutina de cuidados posteriores, ya que esto reducirá poco a poco la cantidad de costra que desarrolla su piercing, impidiendo finalmente que se vuelva a formar la costra. En pocos días, debería ver que el piercing empieza a cicatrizar, y que está completamente curado después de una semana.
Otros consejos para eliminar las costras del piercing
- Puede resultar tentador querer dar la vuelta a las joyas durante el proceso de limpieza. Sin embargo, es imprescindible que no lo haga. Si giras las joyas, sólo conseguirás irritar la piel y retrasar el proceso de curación.
- Nunca toques tu piercing en curación. Tus manos están llenas de gérmenes, y si llevas esos gérmenes a una herida abierta como un piercing, puedes provocar fácilmente una infección. Una infección puede obligar a retirar el piercing y, en el peor de los casos, a cerrarlo por completo.
- Está bien ducharse con un piercing fresco. Sólo tienes que asegurarte de enjuagar la zona con agua tibia antes de salir de la ducha. Los residuos de champú y acondicionador pueden causar irritación que ralentizará el proceso de curación.
Reflexiones finales
Asegurarse de que el piercing se cura correctamente es la mitad de la batalla cuando te haces un nuevo piercing. Siguiendo estos consejos y manteniendo un cuidado adecuado, deberías poder disfrutar de un piercing limpio, sano y curado en poco tiempo.
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